SOBRE MÍ




CRÓNICAS PRENSA



________


________


Fragmento Crítica web 

Niebla, F.C. (2016, Mayo)  El Barbero de Sevilla en Palma de Mallorca: un magnífico disparate escénico que merece entrar en el circuito operístico. Operaworld, Revista de ópera internacional.

La producción. El montaje sesentero, orwelliano y psicodélico que Eugenia Corbacho estrenó el año pasado supuso una agradable sorpresa para un público al que siempre se había tenido por conservador, pero que se rindió, y lo ha vuelto a hacer ahora, ante un trabajo realmente inteligente, que juega con numerosas referencias cinematográficas y hace que los asistentes disfruten, se rían y se sientan también inteligentes, algo que se agradece especialmente en una época en que muchos directores de escena, respaldados por los programadores que les dan cancha, se ríen de los espectadores y nos toman por tontos.

Las óperas bufas suelen resistir especialmente bien los cambios de época, sin que la trama se resienta, salvo que expresamente se pretenda lo contrario. A veces las actualizaciones sirven incluso para reforzar el elemento cómico, como sucede aquí, donde las cuestiones y conflictos entre los personajes de Beaumarchais, pertenecientes a clases sociales diferentes, ya no nos hace reír tanto per se. La obsesión del Doctor Bártolo por el control sobre Rosina, el ansia de libertad de la pupila, la chulería de Fígaro, la falta de principios de Don Basilio y lo sobrado que va el Conde de Almaviva, se mantienen perfectamente en esta versión, aunque los personajes se transformen en otros iconos muy reconocibles de la cultura pop.

En la producción resultan especialmente bien resueltos los dos finales de acto: el primero como una absoluta alucinación psicodélica bajo los efectos de sustancias psicotrópicas, y el segundo como una apoteosis a lo “Fiebre del sábado noche” impactante. Este año el Doctor Bártolo imitó a Raphael en lugar de a Julio Iglesias. Como yo no voy a ser capaz de explicarlo mejor que él, les enlazo el magnífico texto que otro doctor, mi buen amigo Víctor Navarro, escribió la temporada pasada sobre la puesta en escena y sus numerosas referencias pop, titulado “El Barbero de Sevilla: Elvis contra Bitelchús”. 

La idea de Eugenia Corbacho, con escenografía de Miguel Massip, vestuario de María Miró, luces de Lía Alves y creaciones audiovisuales de J.A. Fuentes y Francesc Jiménez, se plasma en un montaje de gran calidad que merece ser conocido y disfrutado en más teatros y por más públicos.

_________